La importancia del control horario
Es un hecho evidente que todo ser humano tiende
a ser egoísta por naturaleza y solo en aquellos
casos en que existe un control horario, o donde
la saturación de trabajo incluso obliga a
exceder en las horas trabajadas, el resto
intentará por todos los medios intentar estar el
menos tiempo posible, llegando en algunos
extremos a arriesgar el puesto de trabajo en una
lucha frenética por estar el menos tiempo
posible.
Yo clasificaría a los trabajadores en tres
grupos bien definidos, los que sobrepasan, los
que cumplen y los que incumplen las horas a
trabajar
Suele ser este grupo los que sobrepasan el
número de horas a trabajar, un grupo en el que
la mayoría son ejecutivos bien remunerados y con
un grado de responsabilidad grande, y la
influencia que puedan tener estos sobre sus
subordinados. En este grupo se encuentran pocas
personas de la administración o funcionarios. En
este grupo hay un buen porcentaje que estaría
dispuesto a ser controlado para que vean que
trabaja en exceso.
El grupo más nutrido por supuesto es el de los
que cumple, faltaría más, pero ello es debido en
parte al miedo a ser descubiertos y a la
responsabilidad de los propios empleados. Este
grupo encontramos a los indiferentes a que se
ponga un control horario y al final son los que
más contribuyen a que funcione correctamente.
Por último nos encontramos al grupo de los que
yo califico como rebeldes, son aquellos que
buscan la manera de hacer trampas, escaquearse y
no cumplir. Donde más elementos de este grupo
hay son en la administración y en empresas con
poco control. Es más habitual hacer trampas en
los turnos donde no hay encargados, o donde los
encargados no estan a la hora de comenzar y
terminar. Este grupo es el más problemático a la
hora de poner en marcha un control horario, por
que se les acaba la forma de hacer trampas,
sobre todo cunado el control lo realizamos con
huella dactilar.
Sebastián Guirao Gil
Director Técnico Comercial
Serveis Informàtics
Help-Pc, S.L.
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